Este programa de Netflix a modo de reality fue renovado para una segunda temporada y con ella vinieron una nueva presentadora, nuevos participantes, nuevos jueces y muchísima emoción.
Vuelve a acompañarnos luego de la primera temporada Tan France, a quien vimos en Queer Eye, diseñador, padre y, sobre todo, experto e ícono de la moda. Fue uno de los presentadores junto con Alexa Chung, quien no regresa para esta segunda parte. En cambio, France se ve acompañado por la modelo Gigi Hadid. Hadid participa en desfiles de alta categoría desde su adolescencia, ya ha protagonizado shows de la Semana de la Moda en las cuatro capitales más importantes (Londres, París, Milán y Nuera York) y tiene un rol recurrente en los desfiles de Versace. Incluso se puede ver la relación cercana que tiene con la dueña y principal diseñadora de la marca, Donatella Versace, que fue invitada a juzgar la primera ronda del programa. Donatella es solo una de varios jueces invitados; entre ellos se incluyen Hailey Bieber, Emma Chamberlain, Bella Hadid, Isabel Marant, Ashley Park y, por supuesto, estilista de las estrellas y juez recurrente en ambas temporadas, Jason Bolden.
En esta temporada podemos ver a doce nuevos diseñadores que de algún modo u otro están empezando a definir su camino en el mundo de la moda y a hacerse escuchar. Compiten por el impresionante premio de USD 200.000 (doscientos mil dólares estadounidenses) en efectivo y, como si eso fuera poco, por la posibilidad de publicar sus diseños en Rent the Runway, una página en donde personas al rededor del mundo pueden acceder a esos diseños y comprarlos o alquilarlos para eventos específicos.
Por supuesto, este reality es, primero y principal, una competencia. A través de los 10 episodios nos vamos despidiendo de los diseñadores, hasta que solo uno es coronado digno de ser Next in Fashion. Como dicen los mismos participantes: “un error y podrían mandarte a casa”. En general, cada episodio presenta un desafío y, al final de este, un diseñador es eliminado. Con consignas desafiantes, tanto creativa como técnicamente, tiempos muy limitados y un premio tan codiciado, hay mucho en juego y los participantes lo saben. Pero el programa no es tan solo una competencia. A lo largo de los episodios podemos ver cómo los diseñadores se relacionan entre sí, se ayudan y aconsejan en los distintos desafíos sin malas intenciones e incluso terminan generando amistades.
Uno de los conceptos más importantes a través del programa es el estilo. Este se ve reflejado no solo en los diseños de los concursantes, sino en sus propia forma de vestirse. Además, los presentadores nos muestran su estilo con distintos atuendos a lo largo de los episodios, muchos de los cuales involucran múltiples cambios de vestuario, siempre a tono con el tema del episodio.
Desafíos que incluyen desde vestidos de gala hasta trajes de baño. Diseños inspirados en décadas anteriores, las vidas personales de los diseñadores y más. Atuendos para todos los géneros y talles y los materiales más extravagantes. Entre el talento, la creatividad, el show, la extravagancia y el aspecto competitivo, pero empático, definitivamente es un programa para todos los gustos. Incluso si uno no conoce de moda o de costura como para entender algunos de los términos más técnicos, igual se puede disfrutar de la muestra de creatividad y, por supuesto, volverse uno crítico de moda, así como suele ser inevitable en esta clase de programa.
Nosotros ya tenemos a nuestro diseñador favorito. ¿Ustedes?
Sobre Mijal Cannizzaro Azubel
Es un buen día si termina con un ratito para ver una película o un capítulo de alguna serie.🍿🤩
