‘SER DIFERENTE ES UN DON’: Shrek el musical

Por Romina Gluck

Vivenciar la función distendida de “Shrek el musical”, fue una vivencia única. Esas que te hacen sentir tocado por la varita mágica del hada madrina de esta historia. Una función que me hizo sentir bendecida tanto por lo mágico del espectáculo, como por las familias y grupos que compartimos una función distendida, donde pudimos ser nosotros mismos, al natural.

Cubrí varios espectáculos, pero ninguno que me llegue tanto al alma como “Shrek el musical”, en esta función “relajada”. Es por eso que me tomo la licencia de centrarme en la coincidencia del mensaje central de la obra “es hora de aceptar que somos diferentes y eso es genial” y el hacer funciones “aptas para todo público”. 

¿Qué es una función distendida?  “Relaxed Performance” es una función sutilmente modificada para beneficiar a personas con capacidades sensoriales diferentes, o que padecen algún tipo de trastorno de aprendizaje, de psicomotricidad, de espectro autista, o tienen necesidades especiales en la comunicación.

Esta mágica tarde, fuimos un público que de otro modo no podría haber disfrutado de un musical, porque debía sortear tantos obstáculos que hacían que el disfrute de muchos para ellos sea “pasarla mal”. Lo que “la crítica” y el público destacan y agradecen en muchos espectáculos, como el sonido fuerte y envolvente, las luces robóticas que interactúan con las plateas, el humo, la serpentina que parece caer del cielo y otros efectos especiales, en este caso se vuelven limitantes para un público que los vive como un tormento por diferentes razones, suficientes para merecer una función tal cual fue.

Es por eso que en Los Pochocleros, elegimos compartir con ustedes esta experiencia de teatro “relajada”, deseando que se multiplique en cada sala del país. La recepción del emblemático “Maipo” se llenó de familias y grupos con capacidades diferentes (vamos por dejar de etiquetar como “discapacitados”) y en forma por demás organizada entramos ansiosos a la imponente sala del Maipo. Era pura ansiedad, abrazos, risas, bebidas y golosinas. Nos acompañaron en todo momento las luces de todo el teatro y las puertas quedaron abiertas para que aquel que deseara entrara y saliera de principio a fin.

Rápidamente apareció en el escenario la genial directora Carla Calabrese, que nos contó que en esta función nos permitimos la bendición de ser empáticos y no tener que permanecer en silencio y sin movernos del asiento. Resaltó que el sonido era más bajo que el habitual para cuidar a aquellos que así lo requieren y que si alguno estaba incómodo por cualquier razón le avisara y se modificaba (no fue necesario, pero parecía parte del mundo de fantasía que al ratito viviríamos en “Shrek, el musical”).

Luego salió el personaje de “Burro” (el talentoso Manuel Victoria) que nos enseñó los aplausos “sin sonido”, agitando las manos en alto. Allí la magia empezó a adueñarse de la sala y se levantó el telón de la superproducción musical, ideada por Dreamworks Theatricals y producida en la Argentina por The Stage Company.

Francamente, durante todo el espectáculo mi vista y mis emociones (creo que la de la mayorìa) no paraban de combinar la increíble puesta de la obra, las perfectas interpretaciones del “elencazo” encabezado por los talentosos Pato Witis (como Shrek) y Mela Lenoir (como Fiona) con lo que sucedía en la platea. El aporte de Roberto Peloni con este “villano” tan particular es digno del Premio Hugo que recibió.

En el pùblico, eran niños y niñas riendo sin parar -desde lo más profundo-, gritos alegres -de esos que salen del alma-, bullicio “del lindo”, padres y madres parados con chicos a upa, ruidos de piecitos que iban y venían, pasillos con peques en sillas de ruedas y adultos y chicos recostados. Sin duda, fue un show aparte, ver a los más chicos boquiabiertos mirar incrédulos la fantasía siendo realidad en cada escena de “Shrek el musical”. 

Volviendo al escenario “japó” para cada uno de los actores (que muchos tuve la suerte de verlos en otros espectáculos) llevaron todo su profesionalismo adaptándolo al disfrute de sus pequeños espectadores:  en cada uno de sus movimiento, de los fragmentos, de sus voces contenidas al cantar (que doy fe que llegan hasta el cielo ida y vuelta) y en sus bailes cuidando que las tablas sonaran bajito.

La canción “Somos más que freaks” resumió el mensaje de la obra y lo que nos atraviesa a cada una de las familias que nos identificamos con su letra y mensaje en lo cotidiano (ver video). 

Shrek el Musical 2015

Llegó el momento del cierre de la obra todos bailando de pie, emocionados, exhaustos de tanta felicidad junta.

La sorpresa llegó al salir, donde los personajes de la fábula: como Shrek, Pinocho, los Cerditos, El hada Madrina, el Parito Feo y Caperucita Roja salieron a abrazar y sacarse fotos con un público que merece ser también ovacionados y admirados. Fui testigo también de la humanidad de los actores que no ocultaban la emoción que sentían, justamente en esta tarde donde pudimos ser tal cual somos.

Fue una función distendida, bendecida, agradecida. Con el equipo de Los Pochocleros junto a Musicals By Nick aplaudimos de pie (pero sacudiendo las manos) a cada uno de los que regalaron a las familias presentes una tarde de fantasía y magia. Agradecemos a Ale Veroutis por su invitación y deseamos de corazón que las funciones distendidas se multipliquen en cada sala porque “ser diferentes es un don…”

Carla Calabrese, directora de la obra

Nosotros la recomendamos, ¿vos la vas a ver?

Sobre Micaela Isaak

La única maratón que conozco es la de Netflix🍿 Educadora con el sueño de artista🎨📷 Qué mejor que divertirse haciendo reír🎭 22 años

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