Con una dupla protagonista llena de química y una Margot Robbie desdibujada y desaprovechada, la película nos transporta a un Hollywoood pre 70s para apelar a la nostalgia mostrando una vez mas, una gran construcción de personajes.

Quentin Tarantino tiene una manera de filmar que hace imposible no asociar directamente a él con cada uno de sus planos. Te puede gustar o no, pero es innegable su conocimiento y manejo de los recursos tanto como para generar otros propios.

La crítica será breve para evitar spoilers, pero desde ya avisamos que el film no se centra en los Manson y ni siquiera en Sharon Tate. Aunque si conoces bien su historia el hilo de acción si sigue eso. Es una película para un público particular, en mi opinión con menos nivel que otras de Quentin como Bastardos Sin Gloria o Pulp Fiction. Había mucha espectativa y me fui con gusto a poco.

Apela totalmente al conocimiento previo del espectador para poder entender los gags y chistes, con interpretaciones que hacen que ver la peli sea un placer, pero ojo, es lenta para el público general.

Leonardo DiCaprio y Brad Pitt se lucen con actuaciones brillantes, así como lo hacen todos los que participan poco, pero en contraposición faltó mucho de Margot Robbie. Uno la esperaba en el centro de la trama y apenas la vemos.

El arte y la fotografía son otras joyitas de todo lo que hace este maestro que nos da lecciones de cine con su despliegue visual y coherencia en los planos, como nos tiene acostumbrados. Pero a pesar de esto insisto con que se me hizo lenta, y hasta por momentos sentí que la trama no me llevaba a ningun lado, y cuando llego a su conclusión, faltó algo, no se como describirlo sin hablar precisamente de esas últimas escenas. Quizás esto nos quiere decir Tarantino, que importa el recorrido de la película y no adonde nos lleve.

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