La película es MUCHO más que un concierto de los grandes éxitos de Elton John

Aunque Bohemian Rhapsody (2018) es el referente más reciente y popular que se tiene de las películas biográficas de músicos, ese subgénero posee ya un importante desarrollo en la pantalla grande: Selena (1997), Ray (2004), Walk the Line (2005), Control (2007), La Vie en Rose (2007) y The Runaways (2010) son solo algunos ejemplos de cintas que, en las últimas décadas, han tratado de llevar a la pantalla grande las historias de varios iconos de la música con distintos resultados.

Los diferentes resultantes pueden deberse a varios factores, pero quizá el más importante de todos ellos tal vez sea la profundidad con la que el guión permitirá a la audiencia conocer a la persona detrás del artista. Y es justo en este punto en el que Rocketman (2019) supera a muchas de sus antecesoras, ya que no tiene miedo de hacer de su protagonista un personaje complejo.

Dirigida por Dexter Fletcher (Eddie the Eagle), Rocketman cuenta la historia de Elton John. A través de una sesión de terapia de grupo, Elton (Taron Egerton) narra los momentos de su vida que lo llevaron hasta ahí: desde una infancia marcada por el abandono de su padre Stanley (Steven Mackintosh) y la indiferencia de su madre Sheila (Bryce Dallas Howard), hasta la importante relación profesional que inició con el compositor Bernie Taupin (Jamie Bell), el músico lleva al público a través de una “fantasía musical” en la que sus recuerdos –y no sus éxitos– explican muchos de los conflictos que lo llevaron a ser la leyenda que es hoy en día.

Visualmente, Rocketman es sorprendente. Desde las coreografías de los números musicales hasta el pintoresco diseño de vestuario, la mayor parte del tiempo pareciera que la cinta quiere salir de la pantalla grande e invitar a la audiencia a unirse a la historia. Incluso en las escenas con mayor carga emocional, esta “fantasía musical” nunca pierde el color que tanto caracteriza a la personalidad de su protagonista. En este punto, cabe recalcar que las secuencias musicales nunca detienen la historia que se está contando, ya que las canciones del artista se integran de una forma inteligente dentro de la trama para hacer del filme algo más que un concierto de grandes éxitos. Bennie and the Jets, una de las canciones más alegres y absurdas del repertorio de Elton John, por ejemplo, se usa en la cinta –con un nuevo arreglo musical– como una transición que nos muestra el descenso del músico a las adicciones que lo obligaron a tomarse un descanso de unos años en la cima de su carrera.

Todo lo anterior es una ventaja para la narrativa de la película, pero una desventaja para aquellos que buscan en Rocketman algo similar al concierto que recreó con tanta fidelidad Bohemian Rhapsody. La mayor parte de los éxitos de Elton John están en el filme, pero la cinta no está diseñada para que el público quiera cantar las canciones a la par del personaje y, por ende, muchas de estas interpretaciones tienen una duración mínima, como lo es el caso de Don’t Go Breaking My HeartPinball WizardRock N Roll Madonna y Honky Cat, por mencionar algunas. En retrospectiva, esto hace de la historia una película más sólida y con un mejor ritmo, pero también podría decepcionar a los fans del cantante que esperan ver el repertorio de Elton en su totalidad.

Dexter Fletcher (quien salvó Bohemian Rhapsody después de que Bryan Singer fuera retirado de la producción y quien también ya había dirigido a Taron Egerton en Eddie the Eagle), por fin tiene la oportunidad de tener control total sobre el material en sus manos y se agradece que el director se muestre más interesado en sus personajes y sus relaciones que en mantener intacta la imagen de un artista como Elton John. Esto es especialmente cierto en la relación que existe entre el músico y su representante John Reid (Richard Madden), la cual si bien empieza como un romance de ensueño, rápidamente se torna en una relación tóxica entre ambos personajes. Fletcher explora estos temas, así como la homosexualidad del protagonista y su adicción al sexo y a las drogas, de una manera tan orgánica dentro de la historia que nunca se siente efectista o con una intención de escandalizar a las audiencias con estas escenas.

Por supuesto, Fletcher tiene ayuda de un elenco bastante capaz encabezado por Taron Egerton, quien entrega su mejor actuación hasta la fecha. Egerton logra ir más allá de la imitación para hacer de Elton John su propio personaje. Aunque los vestuarios y el maquillaje hacen todo lo posible porque Egerton se parezca al artista, es su actuación lo que verdaderamente lo convierte en esta leyenda y lo que le permite explorar todas las emociones que tiene a su disposición con una personalidad de este calibre.

Las canciones del artista se integran de una forma inteligente dentro de la trama para hacer del filme algo más que un concierto de grandes éxitos.

Por esto, es un poco extraño que el final sea la parte más débil de toda la película. En cierto grado es entendible cuando uno se pone a pensar que, a diferencia de otras biopicsElton John sigue vivo y llenando los escenarios donde se presenta. No obstante, la última secuencia no le hace honor a toda la energía que la historia tiene de sobra y no puede evitar sentirse como una oportunidad desperdiciada para desplegar el talento de Egerton como actor y cantante una última vez, así como de todos los elementos –vestuario, coreografías y dirección– que hasta ese momento hacen de este musical algo entrañable. Rocketman es ese extraño biopic musical en el que podemos conocer un poco más del artista y que también aprovecha su repertorio para construir una narrativa sólida y con mayor complejidad de lo que este tipo de producciones comerciales nos tienen acostumbrados.

Si bien Rocketman nos confirma por qué Elton John pasará a la historia como una leyenda de la música, la cinta –apoyada por una actuación que debería lanzar a Taron Egerton al estrellato– también es un convincente retrato de un músico que ha pasado gran parte de su vida buscando cariño en todos los lugares posibles.

Sobre Nathalia Caceres

Escribo en los 🎬pochocleros🍿 Me gustan las películas, las series, los conciertos y teatros. Amo leer novelas románticas y soy fanatica de la moda.

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