El referente nacional del género deslumbró a 13.000 personas en el Campo Argentino de Polo

Cualquiera que haya estado alguna vez, no importa en qué lugar del mundo, en una fiesta de atardecer con Hernán Cattáneo sabe perfectamente que el viaje musical al que se invita abordar se parece poco al trip nocturno de una discoteca y menos todavía al sofisticado espectáculo sinfónico que el año pasado el DJ argentino llevó al escenario del Teatro Colón. En un muelle de California, en una playa en Holanda o, más cerca, en Punta del Este, los Sunsetstrip tienen una idea musical que hilvan largas horas de electrónica al aire libre. Y lo que termina de atar esa idea es el contexto: el momento del día y el paisaje

El referente nacional del género y emblema del progressive house llevó el pulso de un show en el que demostró su inagotable potencial a la hora de musicalizar sensaciones y conducir la euforia de un público fiel y a la vez renovado, acompañado de un montaje e infraestructuras de ambiciosa y cuidada producción.

El efecto hipnótico comenzó desde primera hora en este Sunsetstrip, encuentro concebido como homenaje a la energía, la luz y la vibración que irradia el atardecer y que propone una variedad alternativa de entretenimiento de mayor contacto con la naturaleza.

La estructura de los sets de Cattáneo crece de forma paulatina, casi inadvertida, reflejo del buen pulso y la experiencia: su sello. Transcurrida una hora y media de show, tras un suave y melódico comienzo que incluyó entre sus tracks el tema de introducción de la serie Vikingos, la mesa estaba servida para dar paso a mayores momentos de intensidad.

En el campo, muchos rondan o superan los 40. Para ellos, el DJ es un referente y también una bisagra entre el estilo old school y la música más nueva. Sin embargo, convoca a generaciones más jóvenes. Antes de la noche, grupos enteros de amigos bailaron, entre otros, tracks del argentino Emi Galvan (artista de Sudbeat, el sello del propio Cattáneo) y del experimentado Nick Warren (viejo amigo de la casa, acompañó en escena al DJ en la aventura del Colón).

La bienvenida al recinto de un gran grupo de “payasos de hospital” de la ONG Alegría Intensiva, con la que el DJ colaboró, en el encuentro de ayer, de la faceta más humana de este ídolo, que recorre el mundo con giras multitudinarias y que el año pasado fue distinguido con dos premios de los DJ Awards de Ibiza y nombrado personalidad destacada de la cultura por la Legislatura porteña.

El show de anoche con una duración de 6 horas, que agotó localidades varios días antes, concluyó con un set de más de 70 tracks con temas de Kraftwerk y de bandas de culto para Cattáneo como Depeche Mode. Para la despedida, el DJ tenía guardada una carta que lograría despertar hacia el final emociones profundas y añadió a su repertorio “Pulsar”, de Gustavo Cerati, entre efectos y otras elecciones.